miércoles, 29 de julio de 2009

VUELTA AL AZTEQUISMO

Yo tengo un compadre que ahora ha dado por llamarse Axayácatl Cempasúchil, y digo que ahora ha dado por llamarse así, por que a mediados del año anterior se llamaba Juan Flores a secas, sólo que leyó el manifiesto del Partido de la mexicanidad (In Mexikayoteliztli Aik Ixpoliuiz), se entusiasmó tanto que decidió cambiar de nombre y de costumbres, de paso lo metieron a la cárcel.
Hace unos meses me llamó por teléfono, angustiado y apurado -El teponascle no funcionaba-, pidiéndome que fuera a recogerlo a la delegación de policía, y que le llevara un abrigo y $ 500.00 para el pago de multas acumuladas, una vez cumplidos los trámites de rigor, en el camino mi compadre me fue contando sus aventuras.
- Pues nada compadrito, usted sabe que yo soy muy indigenista y que cada vez que leo los escritos del partido de la Mexicanidad, me entra lo azteca y me dan ganas de ir a celebrar sacrificios humanos en el atrio del Gran Teocali, vulgo conócete la Catedral metropolitana. Sólo que hasta ahora todo se había quedado en ganas. Sin embargo hace unos meses me enteré que el movimiento confederado restaurador de Anáhuac había creado el partido de la Mexicanidad, para implantar de nuevo el Mexikayotl como régimen social de México, y como norma de evolución de nuestro pueblo, y me dije a mis adentros que había llegado el momento de actuar.
- ¿Y cómo se enteró usted del programa compadre? ¿Acaso entiende usted el Náhuatl?
- No, pero lo leí en español. Es algo preciosos, se trata de restablecer la filosofía Azteca, de desagraviar a nuestros antepasados, de reestructurar a la nación conforme a las normas mexicanas y de hacer resurgir a la raza azteca, constituida por mexicanos autóctonos, los mezclados y de ambas condiciones que radican fuera del país progenitores y descendientes.
- Compadre, ¿qué le dieron en la delegación?
- Le estoy citando a usted parte del manifiesto. El caso fue que me entusiasmé, y desde hace un tiempo decidí reestructurarme en azteca. Como primer paso me cambié el nombre, cosa que según entiendo ya me originó un lío en Hacienda y con las tasas impositivas, por aquello de emplear dos apelativos para el cumplimiento de las obligaciones fiscales, pero antes de eso un Domingo empezaron las dificultades: Tuve un agarrón con mi mujer, ya que como de costumbre, ella quería ir a misa a la Basílica de Zapopan y después ir a comer carnitas y chicharrones al tianguis de la 38, a lo cual yo me negué rotundamente por ser costumbres anti mexicanas.
- ¿Anti mexicanas, compadre?
- Si señor. En vez de ir a misa, le propuse ir a bailar a la pirámide de Cuicuilco. Y a pesar de lo mucho que me gustan los tacos de maciza y los chicharrones tronadores, decidí suprimirlos ya que el puerco (con perdón de usted) no es animal autóctono, si no que fue traído por los odiados conquistadores.
- ¡Pero compadre!...a ese paso, a usted que le gusta vestirse de charro, y pasearse en cuaco alquilado por los Colomos, e ir una vez al año a la feria de San Marcos a jugar a los gallos y que se precia de pespuntear la guitarra, y le encanta bailar zapateados..; usted, en suma, que es tan auténticamente mexicano ¿ va a renegar de todo aquello que no forma parte del acervo cultural de los Aztecas? ¿No se da usted cuenta de que la esencia de la verdadera mexicanidad es el mestizaje, la conjunción de lo indígena e hispánico, empezando por esos tacos de carnitas que tanto le gustan?
- ¿Que tienen que ver los tacos de carnitas con la mexicanidad y el mestizaje?
- Son el abrazo de la tortilla de maíz autóctono con la carne del animalito de la vista baja que nos vino de Extremadura, Y cuando se echa usted sus tequilazos, los adereza con jugo de limón, de esos que también vinieron en las carabelas hace 400 años, Y cuando se tercia su sarape de Saltillo, o se calza sus espuelas de Amozoc, o le reza a la virgen de Guadalupe..., ¿piensa usted que se está extranjerizando?
- Dios me libre compadrito-
- Pues el sarape, las espuelas y el culto a la virgen no son de origen precisamente azteca: al igual que tantas otras cosas entrañablemente mexicanas, nos llegaron de la vieja Iberia....
Mi compadre no contestó por no dar su brazo a torcer.
- Bueno, ahora cuénteme por que lo metieron en la cárcel y por qué hubo que pagar los $ 500.00 pesos de multa.
Por incomprensión de lo Azteca compadre. Ese día mi mujer se fue a la Basílica por su lado, yo decidí salir por el mío vestido de caballero Águila. Nomás llegar a la esquina, me paró una patrulla, me pidieron la licencia, creyendo que yo andaba de Huehuenche. Les contesté en Náhuatl y me arrearon un garrotazo, dizque por falta de respeto a la autoridad. Ya en la delegación me aplicaron la consabida multa de $ 100.00 pesos. Yo pretendí pagarla con granos de cacao, a la usanza azteca, y el comisario se puso hecho una fiera, creyendo que le estaba tomando el pelo. A la hora de la comida me negué a aceptar la sopa de arroz y pedí escuincle, o sea el perro indígena que acostumbraba degustar el emperador Moctezuma...creyendo que me quería merendar a un chamaco (escuincle es un adjetivo que define a un niño en México), ¡Saz! otros $ 200.00 pesos de multa por intento de antropofagia, Total que al llegar a los $ 500.00 pesos, me permití molestarlo, compadre.
De paso, le pedí que me trajera un abrigo, tanto por no exponerme a otro disgusto en la calle, como que las plumas de colibrí no sirven para tapar el frío.....
Ya se dan cuenta que es un problema eso de las usanzas retrógradas a lo antiguo ¿Verdad?

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